El titanio certificado es un material altamente reconocido y recomendado en joyería por su seguridad, resistencia y adaptabilidad a todo tipo de pieles. Ya sea si estás pensando en realizarte una nueva perforación o renovar tu set de aros, es una de las opciones más confiables.

Gracias a sus propiedades hipoalergénicas y su durabilidad, se reducen notablemente las posibilidades de infecciones y complicaciones durante el proceso de cicatrización.
Además, al no contener níquel, son ideales para pieles extra sensibles.

A continuación te contamos en detalle todo lo que necesitas saber sobre el titanio y sus caracteristicas:

100% hipoalergénico: no contiene níquel, por lo que es seguro incluso para las pieles más sensibles.

Biocompatible con el cuerpo: es un material inerte, diseñado para ser implantado, por lo que no causa irritación ni alergias.

Cicatrización más rápida y segura: el titanio permite que la perforación sane hasta 3 veces más rápido que con acero quirúrgico, reduciendo complicaciones y riesgos de infección.

Propiedades antibacterianas: ayuda a prevenir infecciones durante la etapa inicial de curación, cuando la piel está más vulnerable.

Liviano y cómodo: al ser un metal muy ligero, genera menos presión sobre la zona perforada, lo que facilita la aceptación del cuerpo.

Durabilidad y resistencia: no se oxida, no se oscurece y soporta el uso continuo sin perder calidad,  garantizando una larga vida útil.

Colores mediante anodización: el titanio se somete a un proceso electroquímico llamado anodización, que le permite adquirir distintos tonos y garantiza que el color se mantenga intacto con el paso del tiempo.

Rosca interna: favorece la correcta curación, ya que evita fricciones y molestias innecesarias.

Todo lo que debés saber antes de elegir tu primera pieza de titanio

Cuando se trata de perforaciones, la elección del material previo y los cuidados posteriores son fundamentales. Por eso, queremos compartirte algunas recomendaciones para que tu experiencia sea segura y tu perforación cicatrice correctamente.

En esta sección vas a encontrar información clave sobre cuidados, tiempos de cicatrización y todo lo que tenés que tener en cuenta antes de realizarte tu perforación.

En Kala queremos acompañarte más allá de la compra. Nuestro objetivo es que te sientas cómoda y segura en cada etapa de tu perforación, ofreciéndote un asesoramiento integral con información clara y el respaldo necesario para que vivas una experiencia confiable de principio a fin.

Al realizar una perforación se recomienda colocar una barra recta (labret de 9 o 10 mm). Su mayor longitud permite compensar la hinchazón inicial, evitando complicaciones y favoreciendo una cicatrización más rápida y segura. Una vez que la perforación haya cicatrizado y la inflamación haya disminuido, podés reducir el tamaño del labret, ya que el colocado inicialmente quedará demasiado largo. Si tenés dudas sobre la medida ideal, no te preocupes: te asesoramos para elegir el tamaño correcto.
La única excepción a esta regla son las perforaciones de daith y rook, donde se coloca una argolla clicker  o barra curva desde el inicio.

En las primeras semanas es habitual experimentar un ligero sangrado, hinchazón localizada y sensibilidad al tacto. También puede aparecer picazón o formación de costras y el tejido alrededor puede sentirse más tenso mientras cicatriza.

La limpieza diaria y adecuada es fundamental para evitar la acumulación de secreciones y reducir el riesgo de infecciones. Tené en cuenta que una perforación puede lucir curada por fuera mucho antes de estar completamente cicatrizada en el interior, por lo que la paciencia y los cuidados constantes son clave para una recuperación segura.

A continuación te detallamos algunas recomendaciones para cuidar tu perforación:

Recordá que esta información es orientativa, ya que el tiempo de cicatrización de tus piercings puede variar según los cuidados que les des, tu tipo de piel y el material elegido para la perforación.

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